Empieza otro año y, con él, los propósitos de año nuevo y las ganas de empezar proyectos, cuidar nuestra salud y de abandonar aquellos hábitos que nos hacen daño.
Pero, ¿hasta qué punto vamos a ser constantes y trabajar para cumplir nuestros objetivos? ¿Cuánto tiempo vamos a tardar en poner excusas para abandonarlos? Pues la respuesta es que esto depende en gran medida de nuestras capacidades. Por ejemplo, de nuestra biología, de las ganas que le pongamos, y de la manera en la que marquemos nuestros objetivos.
Por ello, antes de comenzar a escribir una lista de cosas que quieres lograr este año, queremos darte algunos consejos para que seas capaz de marcar propósitos de año nuevo más realistas. Y que, así, estos te sean más fáciles de alcanzar.
¿Cómo hacer una lista de propósitos de año nuevo realistas?
1. Deben ser propósitos específicos: Asegúrate de que tus propósitos de año nuevo sean claros y detallados. En lugar de decir que quieres “reducir tu ansiedad”, especifica qué es lo que quieres lograr. Un ejemplo de propósito específico sería “meditar un mínimo de 10 minutos al día, tres veces a la semana”.
2. Deben ser propósitos medibles: Establece una meta que puedas medir con precisión, para que puedas saber cuándo la has alcanzado. Por ejemplo, no digas que quieres “dormir más y mejor”. En su lugar, especifica que tu propósito es “estar 6 meses seguidos yendo a la cama a las 22:30, al menos 4 noches por semana”.
3. Establece propósitos alcanzables: Asegúrate de que tu objetivo sea alcanzable y no sea un desafío imposible. Si eres una persona con tendencia a la introversión o fobia social, es poco probable que puedas convertirte en un virtuoso orador o que consigas hacer 200 nuevos amigos en un año.. En cambio, es posible alcanzar tu objetivo si tus propósitos son algo como “acudir al menos a un evento social al mes” o “tomar un curso de técnicas de comunicación asertiva”. Conocerte a ti mismo y saber tus tendencias y tus límites no significa que no puedas mejorar en esas áreas. Simplemente hay que marcarse objetivos que estén alineados con quienes somos.
4. Elige propósitos de año nuevo relevantes: Asegúrate de que tu objetivo tenga un significado para ti y se relacione con tus metas a largo plazo. Si tu meta consiste en disfrutar del tiempo libre sin necesidad de beber y fumar, pero la mayoría de tus amigos de siempre se pasan el día con una cerveza en la mano. Puede que tenga más sentido que tu propósito sea “unirme a un grupo de senderismo” antes que “pasar más tiempo con mis amigos”.
5. Marca fechas límite: Es muy habitual que nos sentemos a pensar en nuestros propósitos de año nuevo a finales de diciembre o durante las primeras semanas de enero, lo que nos suele inducir a pensar que tenemos todo un año por delante para ponernos manos a la obra. Pero, si no ponemos fechas límite concretas, es muy fácil que el tiempo pase sin que nos demos cuenta y nos plantemos en diciembre sin haber logrado nuestros objetivos. Por ello, establece un plazo concreto para alcanzar tanto tu objetivo global como los pequeños pasos intermedios. Esto te ayudará a mantenerte enfocado y a marcar las distintas etapas de tu propósito, lo que te permitirá llegar a la meta.
Bonus extra: Este año, conócete a tí mismo/a
Lo más importante a la hora de establecer nuestros propósitos de año nuevo es que estos estén alineados con nosotros mismos. Y, para ello, es necesario que antes tengamos claro quiénes somos y en quién nos queremos convertir. El éxito puede tener mil caras, para uno puede ser convertirse en el CEO de una gran multinacional, para otro cuidar de su familia y tener tiempo para leer y hacer deporte; para otro, trotar por el mundo y tener un blog de recetas exóticas… Sea como sea, lo que deseas conseguir marcará tu plan de acción, pero, si no sabes a dónde vas, cuál es tu punto de partida y cuáles son tus fortalezas y debilidades, te será muy difícil saber lo que tienes que hacer y, sobre todo, lo que NO.
Recuerda que a veces nos empeñamos en idealizar ciertos estilos de vida o en marcarnos objetivos que van en contra de nuestra naturaleza y atentan contra nuestro bienestar emocional. Por ello, es importante conocernos a nosotros mismos y realizar un trabajo de autorreflexión. De esta manera, podremos marcar propósitos de año nuevo realistas, que nos resulten más fáciles de seguir y nos acerquen a nuestras metas.