¿A qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de bienestar psicológico? En general, asociamos este concepto a presentar una buena salud, una estabilidad económica o tener una situación laboral estable. Sin embargo, habitualmente dejamos de lado otros aspectos que también forman parte de nuestro bienestar psicológico, como la capacidad de afrontar retos de forma positiva, el desarrollo de nuestras habilidades o la autorrealización.
¿Cómo llegar a ese estado de bienestar psicológico?
Cuando hablamos de bienestar psicológico en realidad estamos refiriéndonos a un estado corporal y emocional que engloba diferentes aspectos. En concreto, para la psicóloga Carol Riff, el bienestar psicológico se compone de 6 dimensiones:
- Autonomía
- Crecimiento personal
- Autoconcepto
- Propósito en la vida
- Dominio del ambiente
- Relaciones positivas con los otros
Ahora bien, ¿qué podemos hacer nosotros durante nuestro día a día para mejorar ese estado de bienestar?, ¿qué hábitos y conductas podemos optimizar para lograr una mejora en nuestro bienestar psicológico?
5 Hábitos para mejorar el bienestar psicológico
1. Cuida tu sueño
El sueño es fundamental cuando hablamos de bienestar. Cuando dormimos, nuestro cuerpo se recupera de todo el estrés y el trabajo que ha realizado durante el día, tanto física como mentalmente. Tener una buena higiene del sueño es un aspecto clave para lograr que el estado de bienestar se mantenga en el tiempo y comencemos el día con buenas expectativas.
En general, lo recomendable es mantener un ciclo de sueño de unas 7-8 horas diarias y, en la medida de lo posible, que esas horas se descansen siempre en el mismo momento del día para tener un ciclo bien regulado. Ahora bien, si no puedes dormir bien, la TV no es tu aliada, aquí te dejamos consejos para conciliar el sueño.
2. Haz deporte y come sano
Generalmente asociamos el hacer deporte con el bienestar físico, dejando de lado su influencia sobre el bienestar psicológico. Practicar deporte de manera habitual hace que nuestro cerebro secrete sustancias químicas como las endorfinas y la serotonina, lo cual tiene un impacto directo sobre nuestra felicidad y bienestar. Los estudios muestran que realizar entre 20-30 minutos de ejercicio físico moderado (trotar, caminar, bicicleta, etc.) es suficiente para obtener estos beneficios.
De la misma forma, comer bien es fundamental para que nuestro organismo tenga los nutrientes y vitaminas necesarios para afrontar todos los desafíos del día a día con energía y determinación. Evita en la medida de lo posible los alimentos ultraprocesados y bollerías industriales, priorizando vegetales o frutas como snacks entre horas.
3. Entrena tu inteligencia emocional
Las emociones forman parte de nosotros, por lo que aceptarlas y aprender a regularlas correctamente es un desafío que debemos afrontar para lograr una mejora de nuestro bienestar. En la actualidad existen multitud de aplicaciones y planes de educación emocional que pueden ayudarnos a mejorar nuestra inteligencia emocional y mejorar así nuestra satisfacción y bienestar psicológico.
La inteligencia emocional implica saber reconocer, regular e interpretar las emociones y sentimientos que identificamos en nosotros mismos y en los demás.
4. Plantéate objetivos realistas
Una de las dimensiones más importantes planteadas por Riff para explicar el bienestar psicológico es la de “propósitos en la vida”. Por desgracia, para muchas personas más que ser una dimensión del bienestar es una puerta abierta para la frustración y las emociones negativas.
Es importante que cuando nos planteemos objetivos, ya sean a corto, medio o largo plazo, seamos realistas con nuestras habilidades y nivel de desarrollo en ese momento. En la mayoría de las ocasiones, no se trata de que seamos capaces o no de lograr ciertos objetivos, sino nuestro nivel de motivación y de capacidades desarrolladas hasta ese momento para afrontar los desafíos que suponen nuestros objetivos.
5. Practica algún tipo de meditación
Cuando hablamos de meditación nos referimos a técnicas de autoconocimiento y de atención plena como puede ser el Mindfulness. Este tipo de ejercicios practicados durante 15-20 minutos al día son de gran utilidad para conectar con nosotros mismos, con nuestras sensaciones y emociones. Nos ayudan a reflexionar, evaluar y aceptar nuestro día a día de una manera adaptativa.