Todo el mundo ha oído alguna vez hablar sobre la dislexia, pero pocos saben qué es realmente y qué supone en el desarrollo infantil de nuestros hijos. La dislexia es una dificultad de aprendizaje, concretamente de la lectoescritura, que supone, en muchos casos, problemas de adaptación en la escuela a causa de las dificultades que provoca a la hora de leer.

¿Qué es la dislexia?

La dislexia supone lo que se conoce como una alteración en la capacidad de decodificar la información. Es decir, existen dificultades por parte del niño para asociar los sonidos del habla a letras y palabras concretas. Debido a esto, la dislexia supone un desafío en el correcto desarrollo de la educación y aprendizaje del niño/a.

Es importante señalar y comprender que la dislexia no supone ningún problema a nivel intelectual, ni es debida a ningún problema de audición o de vista, por lo que el niño puede obtener buenos resultados en la escuela y en su día a día si se realiza un correcto apoyo educativo. No obstante, es muy importante detectarlo lo antes posible para poder ofrecerle al niño las herramientas necesarias para su desarrollo.

Síntomas de la dislexia

Entre los síntomas más visibles de dislexia en niños se encuentran:

Los signos de dislexia en adolescentes y adultos son similares incluyendo:

¿Cómo detectar la dislexia en niños?

El periodo más fácil para detectar la dislexia es durante la etapa escolar, cuando el niño empieza a aprender a leer, siendo los maestros los que suelen notar primero el problema. Antes de este periodo es más complicado reconocer los signos de la dislexia, aunque existen algunas señales tempranas a las que podemos estar atentos y que indican que nuestro pequeño podría presentar dislexia:

En la actualidad la dislexia es una alteración con la que la persona debe conciliar el resto de su vida. Sin embargo, esto no significa que no se pueda alcanzar un nivel de funcionalidad similar (incluso idéntico) al de una persona que no sufra esta alteración. Y para lograr esto, un factor fundamental es la detección precoz.

El pronóstico de dislexia es mejor cuánto más temprana es la edad a la que se diagnostica y se puede empezar a trabajar. Esto se debe a que cuánto más jóvenes somos mayor plasticidad cerebral tenemos, es decir, más y más fácil podemos hacer modificaciones en nuestro cerebro, tanto estructuralmente como funcionalmente. Los niños tienen una gran capacidad para modificar su comportamiento y sus capacidades con la ayuda y el soporte necesario. 

Las causas de la dislexia son muy diversas, aunque los estudios apuntan a que es el resultado de diferencias individuales presentes en ciertas partes del cerebro y que existe una implicación genética muy importante, mostrando una heredabilidad entre el 30% y 50%. 

Cómo tratar la dislexia en niños

La dislexia debe ser siempre diagnosticada por un profesional, y, en la mayoría de los casos, suele ser aconsejable que el pediatra derive antes a tu hijo/a a diferentes especialista (oculista, audiólogo, neurólogo…) para descartar que las dificultades de lectura que presenta no se deben a otro problema. En la actualidad no existe ningún tratamiento farmacológico o de otro tipo que permita corregir la anomalía cerebral subyacente que causa la dislexia. Sin embargo, la detección y la evaluación temprana son fundamentales para determinar las necesidades específicas del niño y el tratamiento más adecuado. 

El abordaje habitual para el tratamiento de la dislexia comprende la aplicación de técnicas educativas específicas. La evaluación de las habilidades de lectura y de otras habilidades académicas y psicológicas por parte de un psicopedagogo o un neuropsicólogo, ayudará a sus maestros a elaborar un programa didáctico individualizado. Las técnicas que se aplican son muy variadas pero en general incluyen actividades que involucran la audición, la visión y el tacto para, de esta manera, mejorar las habilidades de lectura del niño.