En el campo de la salud, la genética cada vez desempeña un papel más importante en la comprensión de diferentes enfermedades. Sin embargo, cuando se habla de salud mental, mucha gente siente que la genética no tiene nada que ver. La realidad, en cambio, es distinta.
La genética tiene impacto tanto en nuestra personalidad como en nuestra salud mental, conocer cómo te afecta aporta los mismos beneficios que para otra patología. Sin embargo, la falta de conocimiento y desinformación en torno a la genética puede tener un impacto negativo significativo para las personas a la hora de cuidar de su salud mental.
¿Por qué el desconocimiento de tu genética puede influir en tu salud mental?
La genética puede ofrecernos información valiosa sobre nuestra susceptibilidad a ciertas enfermedades mentales. Esta información nos permite tomar decisiones más informadas y apropiadas. Además, puede facilitarnos el camino para buscar la ayuda necesaria, tanto a nivel personal y familiar como a nivel profesional.
Cuando desconocemos nuestra predisposición genética a ciertos trastornos mentales, perdemos la oportunidad de tomar medidas preventivas y de buscar el apoyo adecuado. Además, es importante comprender cómo la genética funciona y que ésta no es ni determinista, ni marca un destino incambiable. La desinformación en este aspecto puede llegar a generar desazón en la gente.
¿Te genera malestar conocer tu genética?
Mucha gente puede sentir miedo y ansiedad al conocer su predisposición genética hacia algún aspecto negativo. Es por eso que es importante que la gente que vaya a obtener esta información se sienta debidamente informada sobre los beneficios y limitaciones. Es crucial apoyarse también en profesionales, quienes proporcionan conocimiento de manera clara y detallada sobre los procesos genéticos.
Subrayar entonces que la predisposición genética a un trastorno, por ejemplo, no es una sentencia definitiva ni determinante del destino de un individuo. Los trastornos mentales son multifactoriales y la genética solo es uno de los muchos factores que influyen en su desarrollo. Aunque se crea que los resultados genéticos pueden generar preocupación o ansiedad, se ha visto que si a las personas se les brinda un espacio seguro y se les informa, sus miedos desaparecen.
No tengas miedo a conocer tu genética, sólo puede tener efectos positivos, te explicamos por qué
Entendiendo que tener conocimiento sobre nuestra predisposición genética no significa que desarrollaremos necesariamente un trastorno mental, podemos comprender que esta información nos brinda la oportunidad de adoptar un enfoque preventivo y tomar medidas proactivas para cuidar nuestra salud mental.
La información genética es un apoyo más para el proceso de encontrar el método que más pueda ayudar a la persona. En el fondo, conocer nuestra genética nos permite comprender mejor nuestras fortalezas y debilidades en términos de salud mental. Esto nos brinda la oportunidad de implementar estrategias de autocuidado, adoptar estilos de vida saludables y buscar el apoyo adecuado cuando sea necesario.
Imagina que una persona es propensa a resfriarse, tendrá que abrigarse más, y ser más higiénica lavándose las manos. Una persona que tiene las rodillas frágiles decidirá hacer deportes diferentes, o caminar en vez de correr. Al entender nuestros riesgos genéticos, podemos tomar medidas para minimizarlos y mantener una buena salud mental a largo plazo.
La prevención es la mejor medicina
Como hemos visto, la genética no solo nos ayuda a comprender nuestros riesgos, sino que también nos permite enfocarnos en la prevención. Al conocer nuestra predisposición genética, podemos realizar cambios en nuestro estilo de vida, como llevar una alimentación balanceada, practicar ejercicio regularmente, gestionar el estrés y buscar apoyo emocional cuando sea necesario.
Estas medidas preventivas pueden tener un impacto significativo en nuestra salud mental y ayudarnos a prevenir el desarrollo de trastornos mentales.
Ya sabes lo que dicen, prevenir es mejor que curar, ¿estás dispuesto/a a que sea así?